Como estaba previsto, instalamos nuestro búlder frente al escenario donde se desarrollaba la competición. La intención era que funcionáramos como complemento al resto de actividades programadas, creando un elemento más de conexión entre el público y la escalada.
A lo largo del día fueron pasando por nuestro espacio un gran número de personas interesadas en probar la escalada en la estructura, teniendo una gran acogida entre el público infantil. Siendo uno de nuestros objetivos la divulgación de esta modalidad deportiva, pudimos comprobar una vez más, cómo tiene un especial atractivo entre los más jóvenes. No sólo lo pasan bien, se ejercitan jugando, lo hacen junto a otros y aprenden, cosa que nos satisface observar.
El espacio Climb Culture estuvo animado durante toda la jornada. Además de nuestro público, nos fueron visitando amigos, amigas, competidores, organización (en la que tenemos grandes amigos), curiosos… y un montón de gente interesada en esto del mundo de la escalada. Gracias a todos ellos por confiar en Climb Culture.
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